Un cumpleaños tras las rejas de la injusticia
El 23 de febrero de 2022, Juan Sebastián Chamorro, de 51 años de edad, pasó, por primera vez en su vida, un cumpleaños en solitario tras las rejas de la injusticia orteguista en Nicaragua. Solo, alejado de su familia y sin la posibilidad de compartir con los suyos, como habría deseado.
El régimen de Daniel Ortega lo capturó el 8 de junio de 2021, mediante un allanamiento ilegal y sin orden de detención judicial, solo unos meses después que anunciara su intención de participar como candidato presidencial en las elecciones de noviembre de ese año. Luego de un proceso en que se violaron todas las garantías del debido proceso, fue condenado a 13 años de prisión por conspiración y menoscabo a la integridad nacional para inhibirlo de poder ejercer cargos públicos.
Chamorro, ex Director de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES), y ex Director Ejecutivo de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, sufrió un acoso constante por parte de la policía de Ortega, brazo represivo, que le impedía salir de su casa y movilizarse libremente. Por varios meses le siguieron cuando hacía uso de su derecho a la libre circulación, incluso cuando asistía a misa, iba a cortarse el cabello o asistía a alguna actividad familiar.
El complejo policial “Evaristo Vásquez”, donde el régimen lo mantiene encarcelado, también sirvió como sala de juicio, mostrando la sumisión de las autoridades judiciales a la Policía y al Ortega. Recluido en esas celdas, poco a poco su salud se ha deteriorado al punto que ha perdido peso considerablemente y permanece incomunicado sin saber lo que ocurre en el exterior ni en las celdas de las demás personas presas políticas.
Las autoridades se han negado a permitir que su esposa y su hija, quienes debieron salir al exilio, puedan comunicarse con él a través de una llamada o incluso mediante cartas que la policía se ha negado a recibir.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos le otorgó medidas provisionales por considerar que su detención es arbitraria y que sufre tratos crueles, inhumanos y degradantes. La Corte ha requerido al Estado que mientras se encuentre privado de libertad se garantice el acceso a servicios de salud y medicamentos, resolución que el régimen ha omitido cumplir.
¡Libertad para Juan Sebastián Chamorro!
Exigimos al régimen Ortega-Murillo: ¡Nicas Libres Ya!