El padre que no pudo desfilar en la graduación de su pequeña hija
Lázaro Ernesto Rivas, de 41 años de edad, es originario de Santo Domingo, Chontales y es un esposo y abnegado padre de familia que se ha dedicado honradamente a trabajar desde las cuatro de la madrugada en el traslado de broza (restos de plantas) con metal precioso, para la minería artesanal en dos camiones de su propiedad.
El 29 de julio del 2020, miembros de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional (DOEP), a bordo de tres camionetas, procedieron a capturarlo por participar en protestas pacíficas y apoyar al Movimiento Campesino. Cinco meses después, el 4 de diciembre, la pequeña hija de Lázaro, desfilaba en su promoción de preescolar, junto a su madre, vestida de toga y birrete. La niña, cargó orgullosamente un cuadro con la foto de su padre, hasta la tarima donde recibió su diploma de preescolar.
Lázaro, se encuentra prisionero en el Sistema Penitenciario de Cuisalá en el Departamento de Chontales, donde cumple injustamente una condena de siete años de prisión, por el delito común de robo agravado, en un juicio que culminó un proceso judicial lleno de nulidades y violaciones a sus derechos humanos, realizado por la jueza Nela Gallardo.
En prisión, Lázaro está sufriendo tratos crueles, inhumanos y degradantes por parte de los carceleros del Sistema Penitenciario de Chontales, quienes lo han agredido físicamente, hasta provocarle heridas, por negarse permitirles tomarle fotos, con la comida en mal estado que le proporcionan y que se niega a ingerir.
Lázaro, es beneficiario de Medidas Cautelares, otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la cual ha solicitado al Estado de Nicaragua, que adopte las medidas necesarias para proteger la vida, integridad personal y salud, de igual manera se garantice que no sea objeto de malos tratos, acoso y asedio dentro del Sistema Penitenciario, sin embargo el Estado de Nicaragua se niega a cumplir la decisión de la Comisión.
¡Libertad para Lázaro Ernesto Rivas!
Exigimos al régimen Ortega-Murillo: ¡Nicas Libres Ya!