María Esperanza Sánchez: la activista de derechos humanos condenada por un delito que no cometió.
María Esperanza Sánchez, de 54 años de edad, madre soltera, de una hija y dos hijos, es originaria de Matagalpa. Fue de las primeras participantes en el activismo cívico en Matagalpa desde abril del 2018 para exigir justicia y democracia. Fue integrante del Movimiento 19 de abril y posteriormente del Movimiento Cívico 19 de abril de su ciudad, así como de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB).
Como parte de la persecución y amenazas de muerte de las autoridades y elementos paraestatales, tuvo que trasladarse a una casa de seguridad desde noviembre del 2019, sin embargo, fue arbitrariamente detenida el 26 de enero del 2020 en Managua.
María Esperanza fue acusada por el Ministerio Público del delito de tráfico interno de estupefacientes, psicotrópicos y otras sustancias controladas, fue sometida a un proceso penal en el que no se respetaron las garantías del debido proceso y fue condenada a la pena de 10 años de prisión y a pagar una multa de 31 mil córdobas.
Desde su llegada al Sistema Penitenciario el 6 de febrero de 2020, fue objeto de reiteradas torturas y trato cruel e inhumano por parte de los custodios del sistema con el objetivo de forzarla a aceptar los delitos que entonces se le imputaban.
María Esperanza se encuentra cumpliendo la injusta condena en el Establecimiento Penitenciario Integral de Mujeres conocido como “La Esperanza”. Las torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes que ha recibido han provocado un grave deterioro a su salud ya que se han agravado las enfermedades crónicas que padece como hipertensión arterial crónica, asma bronquial y cardiopatía isquémica .
Las autoridades penitenciarias le han negado el acceso a medicamentos para el tratamiento de sus enfermedades crónicas, así como mascarillas para la prevención de la Covid 19. El 12 de mayo del 2022, la situación de salud de María Esperanza se agravó, presentaba dificultades para caminar, crisis de asma, hipertensión arterial. A pesar que las autoridades penitenciarias han permitido que le sea brindada atención médica, la misma no ha sido ni adecuada ni especializada.
Teniendo en cuenta la situación de grave riesgo en la que se encuentra María Esperanza, el 2 de noviembre del 2020 la CIDH otorgó medidas cautelares a su favor junto a otras 40 personas presas políticas. Esto incluye que se adopten las medidas necesarias para garantizar el derecho a la vida, integridad personal y salud, que se adopten las medidas necesarias para que pueda acceder a las valoraciones especiales en salud, para asegurar que sus condiciones de detención sean compatibles con los estándares internacionales aplicables. El Estado no ha cumplido las medidas cautelares en favor de María Esperanza y su vida continúa bajo grave riesgo.
Ante la falta de respuesta del Estado respecto de las medidas cautelares otorgadas por la CIDH en su favor, y teniendo en cuenta la extrema gravedad y urgencia de daños irreparables a sus derechos, la CIDH solicitó el 7 de septiembre de 2022, a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, otorgue Medidas Provisionales en su favor y en el de su núcleo familiar.
¡Libertad para María Esperanza Sánchez!
Exigimos al régimen Ortega-Murillo: ¡Nicas Libres Ya!