Olesia Muñóz: la soprano encarcelada dos veces por querer una patria libre
Olesia Muñóz, de 52 años, se unió a las protestas sociales en Nicaragua por primera vez en 2018, cuando en las noticias se corrió la voz de otro asesinato: Alvaro Conrado, un joven de 15 años que repartía agua a manifestantes cercanos a la Universidad Nacional de Ingeniería.
Ella motivó a mucha gente para que se uniera a las manifestaciones, no sólo desde su natal Niquinohomo, sino en toda Masaya. Ese fue motivo para que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mandaran a la policía a allanar su vivienda violentamente en julio de 2018, cuando inició la infame operación limpieza.
Ese día, dispararon contra su casa, le robaron todos sus equipos musicales, pero no lograron atraparla sino hasta el 31 de julio. En Masaya, según denunció ella misma, los oficiales le arrancaron las uñas de los pies, la golpearon para que confesara delitos que no había cometido y la amenazaban con tirarla al volcán si no hablaba.
En 2019, tras la aprobación de la polémica Ley de Amnistía que el régimen utilizó para que sus crímenes quedaran en la impunidad alegando que permitiría liberar a personas opositoras aún en prisión por motivos políticos, Olesia y su hermana que estaban detenidas, fueron excarceladas, bajo la amenaza prevista en la ley de que si reincidían perderían “el beneficio”.
En una nueva ola de detenciones, el 6 de abril de 2023, fue recapturada por la policía junto a unas 30 personas más, que fueron encarceladas durante las celebraciones de Semana Santa en Nicaragua. La mantuvieron detenida en el Distrito III de Managua, por dos meses y posteriormente la trasladaron a la cárcel de mujeres La Esperanza.
En junio de 2023, durante una de las pocas visitas que el régimen le permitió a su familia, constataron que ella estaba “irreconocible”. Su estado de salud se había deteriorado y la vieron “pálida, delgada, envejecida y a ratos desorientada”, sumado a la diabetes que padece.
El 23 de agosto la jueza Ulisa Yahoska Tapia Silva, luego de un proceso en que se violaron absolutamente las garantias judiciales, condenó a Olesia y a la también presa política Anielka García a cinco años de prisión por conspiración y tres por difusión de noticias falsas, la inhabilitación para optar a cargos públicos y 500 días multa.
El juicio fue realizado en secreto, como ocurre frecuentemente en los casos de las personas detenidas arbitrariamente.
Olesia Muñoz no cometió ningún delito, manifestarse por una patria libre no debe ser penalizado con cárcel.
El 5 de septiembre de 2024, fue excarcelada y desterrada hacia Guatemala junto a otras 134 personas que sufrieron prisión arbitraria por motivos políticos en Nicaragua. Adicionalmente, en un acto contrario a sus obligaciones internacionales, el régimen presidido por Daniel Ortega y Rosario Murillo también el 10 de septiembre, lo despojó de la nacionalidad nicaragüense y anunció la confiscación de sus bienes.
¡Libertad para Olesia Muñoz!
Exigimos al régimen Ortega-Murillo: ¡Nicas Libres Ya!